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Crisis, neoliberalismo, globalización y democracias.

  • Foto del escritor: R4T
    R4T
  • 28 abr 2020
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 1 may 2020


Por / Mario Eduardo Medina Pasaran


En los momentos actuales el mundo está envuelto en una condición de excepción que ocupa varios ámbitos de las actividades humanas, que va desde el escenario complejo para atender una crisis que los especialistas han clasificado como una pandemia por tener una presencia mundial, pero que sus consecuencias se encuentran en la discusión dentro del mundo científico tanto por su mortalidad como por su capacidad de contagio. La discusión pública no queda en estos momentos en solo diferencia de opiniones de la comunidad científica, sino, que trasciende a teorías conspiracionistas de diversas índoles, algo que no podemos descartar dadas las infames estrategias e intrigas políticas que podemos confirmar en esas alianzas entre políticos y dueños de los grandes capitales, pues existen los elementos probatorios suficientes de estos hechos, de los que ya hablaremos con detalle en otra ocasión. La aplicación de medidas para enfrentar esta circunstancia nos deja ver con toda claridad que las políticas privatizadoras en rubros tan estratégicos como la salud, han debilitado las posibilidades de los estado para contar con un sistema de salud que este a la altura de tal acontecimiento y que permita enfrentar con eficiencia los retos de una contingencia sanitaria global, como la que vivimos en esta etapa de la historia mundial. La respuesta de la industria de la salud no cuenta con la coordinación, la organización ni la sensibilidad humana requerida para dar una respuesta social, y solo responde ante el pago de los servicios que pueden brindar, reduciendo las posibilidades a tan solo a un limitado sector de la población que cuenta con determinada capacidad económica, dejando en el abandono y el desamparo a las poblaciones más vulnerables, y desprotegidas de un Derecho Humano como lo es el derecho a la salud y a la propia vida, mostrando la cara cruel del sector privado.


Las naciones del mundo no estaban preparadas para una contingencia de este tipo, pero sin duda las naciones pobres y en vías de desarrollo o emergentes son las más golpeadas en esta lucha tan desigual, contra este agente infeccioso microscópico acelular conocido como COVID-19. Debido a la gran cantidad de recursos necesarios para su atención, donde se requiere implementar los espacios necesarios que permitan dar cobertura a una demanda impredecible pero claramente superior, a las que en condiciones normales puedan ser atendidas, donde evidentemente dependen de las políticas de contingencia sanitaria que apliquen los gobiernos centrales y sus estados o provincias. En algunos países a rebasado las capacidades económicas, teniendo como consecuencias deficiencias severas en la disponibilidad de camas, insumos o personal médico. El confinamiento voluntario u obligatorio en los domicilios de sus poblaciones para reducir las posibilidades de contagio, trae consigo altos costo económico, al frenar de manera considerable la planta productiva, comercial y de servicios, salvo en aquellos casos que se consideran como esenciales. Las consecuencias se suman a una crisis económica que ya se encontraba en curso sin distingo de países, como consecuencia de la interdependencia de las naciones en un mundo globalizado. EL endeudamiento frente a los órganos financieros internacionales que históricamente han quitado una gran cantidad de recursos a las naciones, solamente por concepto de la tasa de interés, con una nula o pobre aportación para amortizar el principal, frenado el desarrollo y crecimiento de las naciones, siendo otro elemento que recrudece y hace más desigual esta lucha por la vida, pero estos organismos y su universo de socios beneficiados por estas políticas de endeudamiento, aprovechan este escenario para presionar a las naciones desde dentro valiéndose de la oligarquía local que se encuentra dentro de los partidos de derecha, medios tradicionales de comunicación y grupos empresariales dueños de los grandes fortunas, que chantajean ostentándose como representantes de la micro, pequeñas y medianas empresas (MiPYMES), y poder obtener beneficio para las grandes empresas con mayores cantidades de capitales, siendo estas las que verdaderamente representan, para un supuesto recate, bajo el argumento de evitar la pérdida del empleo que ellos no proporcionan, siendo que en la vida practica son las MiPYMES quienes luchan día a día para poder solventar su gastos fijos y contratan el 90 % de los empleos formales existentes. Dichos grupos empresariales que otorgan salarios de sobrevivencia, explotan a sus trabajadores, enriqueciéndose y sacando sus fortunas del país, se escuda como representantes de todo el sector productivo y su capacidad de contratación representa solo el 10 % de los trabajadores, pero se favorecen con jugosos rescates dejando fuera, a quienes argumentan representar. Siendo fieles a la verdad hay que ser muy enfático al señalar, que ese saqueo en plena crisis, lo convierten en deuda pública, deuda que se traslada a todos los integrantes de la sociedad sin distinción de edad, sexo o condición social, que sobrevive durante generaciones, como sucede con el casi olvidado FOBAPROA (1997), al que se le dedica un porcentaje importante del producto interno bruto, dispuesto del presupuesto público, para cumplir cabalmente con el pago de sus interese, año con año. Estas maniobras han sido y son para su exclusivo beneficio y de igual forma lo hacen al solicitar exenciones fiscales que sin duda dañan las finanzas públicas, en su desmedido afán de enriquecimiento, sin moral alguna. Y desde el exterior, se encuentran en los organismos financieros internacionales, las calificadoras de riesgos, las consultorías financieras, organismos empresariales internacionales y las bolsas de valores, por mencionar algunos. El objetivo de este andamiaje es imponer su visión para continuar beneficiándose a través de un saqueo sin fin.


No es temerario considerar que aprovechen el escenario mundial donde el miedo y la confusión abran la posibilidad de poder maquillar y ocultar el desastre económico que se encontraba en curso para el planeta entero, pues un número importante de investigadores, economistas, filósofos, intelectuales y académicos lo han denunciado desde hace varios años. Sin duda es interesante observar cómo es posible articular todo un programa intelectual que desarrollan y actualizan constantemente, poniéndolo en ejecución en todo el planeta como una herramienta para poder concentrar la riqueza, en cada vez menos manos, haciendo que la deuda producto de esta crisis global se traslade y finalmente sea pagada por la población mundial, teniendo como vehículos a aquellos que consciente o inconscientemente lo habilitan y ponen en marcha tanto desde la iniciativa privada, como en el sector público con aquellos que privilegian sus intereses personales o ceden a la las presiones y chantajes, engañando y traicionando para poder cambiar las legislaciones y hacer dóciles a las instituciones poniéndolas como una herramienta al servicio de los grandes capitales locales pero, principalmente foráneos. Esta serie de acciones y complicidades representan el programa intelectual conocido como neoliberalismo.


En esencia la serie de instrumentos o herramientas propuesta por estos grupos de intereses tiene entre otros objetivos, el quebrara metodológicamente las finanzas públicas de los países que por diversas causas se ven obligados en aplicarlos en momentos tan trágicos y que recurren al endeudamiento, hipotecando la soberanía, llevando a sus ciudadanos a márgenes más amplios de pobreza y brechas más distantes de desigualdad.


Resalta particularmente las acciones tomadas en México al no recurrir al endeudamiento y dirigir su mayor energía en recursos financieros propios, por más de un billón de pesos, considerando una inversión de 750 mdp en créditos para las MyPYMES, donde una parte importante de recursos provienen del ahorro y el combate a la corrupción, que es dirigido hacia los sectores más desprotegidos por medio de sus programas sociales, a los micro negocios que mayormente se encuentra en el comercio informal con créditos a la palabra y a las MiPYMES con créditos financieros a una tasa de interés del 6 % debido a la reducción en la tasa por el Banco de México, sin ceder a las presiones de los grandes empresarios en su incesante afán llevarse los recursos públicos provenientes de endeudamiento o del erario nacional, para ellos eso no importa, lo verdaderamente importantes según su óptica, es que sean a fondo perdido, cosa que en esta ocasión no sucederá, sin faltar las concesiones fiscales, esas que hacen que se descapitalicen las finanzas públicas por la falta de ingresos. Las presiones de dentro y de fuera para que aplique estas políticas económicas con su tesis engañosas y repletas de fracaso para las naciones, como históricamente sucede con estas programas, son tremendas, pese a ello en el concierto de las naciones se escuchan voces discordantes que se oponen a volver a aplicar las mismas tesis de sometimiento y despojo, voces que se escuchan lo mismo América Latina y el Caribe pidiendo la condonación de las deudas que cargan de manera histórica con los organismos financieros internacionales, como en los países miembros de la Unión Europea que se oponen a recatar a los empresarios que tengan cuentas o sedes en los países llamados paraísos fiscales.


No cabe duda que estamos contemplando la lucha de las ideas.



Mario Eduardo Medina Pasaran.

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