El tiempo en el que estamos

Iliana Talamantes

Prianistas necios que acusáis a mi Obrador sin razón,

sin ver que sois la ocasión de lo mismo que juzgáis,

si con ansias sin igual solicitáis su desdén

¿por qué exigir obre bien, y le provocáis un mal?

Así de antipáticos e incongruentes se ven en la descripción de cuerpo entero, justamente lo que exigen es lo que nunca dieron.

Es la analogía de lo que hay del otro lado del puente, aún no han cruzado del lado de la justicia y ya lloran, gritan, exigiendo se les den las concesiones y atributos que creen les han pertenecido por herencia.

Estamos en el punto donde se adelgaza la cuerda, no se rompe, la sostienen las manos ásperas de sembradores, los dedos agrietados de constructores, los brazos fuertes de pescadores, el sudor y sangre del trabajo de mujeres y hombres que construyen este país todos los días.

Estamos en medio de una revolución, hay quienes están cerrando los ojos, se están dejando llevar, pero hay otras y otros que se levantan todos días y hacen patria, ya no con un fusil, ya no con pico y machete, la revolución ahora es de conciencias, con ideas, con gestos de humanidad, con la práctica de valores, con amor.

La lucha, amigos, apenas empieza, los que desean que el barco se hunda no descansan, se levantan todos los días con la intención de hacer daño, quieren que AMLO fracase, que la transformación se detenga, ellos están exigiendo al gobierno justamente lo que jamás hicieron, pero en el fondo sufren, lloran porque no saben practicar la justicia, no les cabe en la cabeza, detestan la democracia.

Es tiempo de justicia, de hacer patria, es tiempo de revolucionarias que sigan incómodas y que sean parte del cambio verdadero; es tiempo de abrir los ojos, de soñar, es tiempo de unirnos y cantar la misma canción.