Bola de opositores apátridas

Por Javier Herrera

Con lo que hizo (hacer público el plan golpista del Bloque Opositor Amplio, BOA) el Presidente de la República profundiza la polarización de los mexicanos y la división de México, chillan los que se oponen a la Cuarta Transformación y odian a AMLO.

Olvidan que ellos polarizaron a México al prohijar un sistema que volvió más ricos a los ricos y más pobres a los pobres; olvidan que ellos dividieron más a los mexicanos al prohijar un sistema judicial corrupto que rara vez imparte justicia imparcialmente y, por el contrario, favorece a los que tienen dinero para comprar a los policías, agentes del ministerio público, jueces, tribunales y magistrados.

El Presidente de la República ha demostrado con hechos su respeto a la libertad de expresión y al derecho de los ciudadanos de ser opositores. Ellos, sin embargo, lejos de discutir y debatir con argumentos, continuamente lo insultan. Pero al insultarlo y descalificarlo, nos insultan y descalifican a los millones y millones de mexicanos que votamos por él porque lo consideramos la única persona con la voluntad, conocimientos y capacidad para encabezar un gobierno que vea por el bienestar de la mayoría y no sólo por el de unos cuantos. Como bien ha dicho en reiteradas ocasiones, "por el bien de todos, primero los pobres". Al mejorar la situación de los más pobres, mejorará la de aquellos sectores de la población que fuimos afectados por los gobiernos neoliberales desde Miguel de la Madrid Hurtado hasta Enrique Peña Nieto.

Al disminuir la desigualdad social entre los de abajo y los de arriba, por lógica descenderán los niveles de violencia, robo, secuestro y delitos en general.

Pero los autores del plan RESCATEMOS MÉXICO, tiran la piedra y esconden la mano y, como Johan Sebastián Bach, se fugan por el recurso fácil de mofarese valiéndose de LA BOA, la emblemática interpretación de la Sonora Santanera de Carlos Colorado.

La Bola de Opositores Apátridas ni siquiera especifican de qué quieren rescatar a México. AMLO sí que lo rescató de una minoría rapaz de corruptos vendepatrias que lo consideraban de su propiedad y ya no se conformaban con quitarle, como en la fábula de La Gallina de los Huevos de Oro, los huevos que ponía, sino que ya la habían descuartizado para quitarle la huevera. Los enemigos de la transformación de México, en cambio, acicateados por su desmedida ambición, quieren secuestrar nuevamente al país para terminar de arrancarle la huevera a la gallina, sin ponerse a pensar que esos huevos arrancados no se convertirán en oro y se quedarán sin gallina y sin huevos.