Quien del extranjero vendrá que de sus redes a la CFE sacará
- R4T
- 25 jul 2020
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De la serie “Los motivos del lobo… que diga, de la BOA”
(13ª Parte, 02 de julio de 2020)
Por Javier Herrera
Contratos con tarifas acordes a lo estipulado en las licitaciones, pero inmediatamente sustituidos al firmarse con las empresas ganadoras de las licitaciones por anexos donde se obligaba a la Comisión Federal de Electricidad a pagarles tarifas muy elevadas por generar energía eléctrica a partir de fuentes “limpias”.
A esas empresas, principalmente extranjeras y preponderantemente españolas, se les pagaba el 100% de la cantidad de energía que decían vender a la CFE aunque solo entregaran el 40%.
Antes y después de la reforma energética, el gobierno decía que se entregaba un subsidio a la gente en sus consumos de energía eléctrica, pero en realidad el subsidio era para las empresas, por ejemplo, al no cobrarles el costo de la distribución de la energía que producían a través de las líneas de transmisión de la CFE.
El gobierno actual encontró éstas y otras prácticas fraudulentas al querer poner orden en el desorden que encontró en el sector de generación y distribución de electricidad, totalmente perjudicial para la CFE y por ende para el país. Pero los opositores a AMLO y la Cuarta Transformación ponen el grito en el cielo y dicen que eso ahuyentará la inversión extranjera.
Personajes como Gustavo de Hoyos, Presidente de la COPARMEX, fue más allá el 29 de junio al decir que esos reclamos deben hacerse en privado o por la vía legal, pero no litigarse en los medios. Hay sí, no seas malo AMLO, no me exhibas en público. Como dijera El Presidente el 1º de julio, no es nada más un asunto jurídico, de tribunales, sino de interés público, de moral pública, para que nunca más se repitan esas prácticas corruptas que dañan al pueblo.
Las empresas productoras de electricidad a partir de energías renovables quieren seguir teniendo todas las ventajas y todas las ganancias. Y por ello intentan poner a la gente de su lado y en contra de AMLO y el gobierno de la 4T, diciendo, entre otras falacias, las siguientes:
1. Que el gobierno de la 4T está contra las energías renovables y
2. Que se va a encarecer la luz, hasta tres veces, lo cual es totalmente falso, porque la energía solar representa actualmente el 4% de la energía total que distribuye la CFE y la energía eólica el 7%. Juntas apenas suman el 11% del total.
Lo que pasa es que, aún con la pandemia, no son capaces de pensar en el pueblo de México y sólo piensan en hacer negocio, en las ganancias. Quieren que todo siga igual para seguir disfrutando de las ventajas que les dio el régimen anterior, principalmente Calderón y Peña Nieto.
Grosso modo, este es el desorden que encontró Manuel Bartlett en el mercado de generación y distribución de energía eléctrica: tenemos infraestructura para distribuir 80 mil megawatts. Pero la Comisión Reguladora de Energía, la CRE, antes del actual gobierno, dio permisos para producir hasta 130,000 megawatts, que obviamente no caben en esa infraestructura.
Entonces, la Reforma Energética arregló las cosas de tal manera para que se diera prioridad al despacho de la energía producida por los privados, obligando a la CFE a comprárselas aunque no tenga necesidad de hacerlo, y enviando la que ella misma produce después de que los privados suben a la red la electricidad que producen.
Por eso la capacidad de generación de la CFE funciona en gran parte del tiempo al 60%. A esta circunstancia se debió que se inundara Villahermosa y gran parte de Tabasco en octubre y noviembre de 2007. Caía sobre Tabasco y Chiapas un verdadero diluvio. La Presa Peñitas, cercana a la capital tabasqueña, estaba a punto de reventar. No obstante, no desfogaba suficiente agua para que no trabajaran mucho las turbinas ¿Y eso?
Para que las empresas generadoras de energía pudieran seguir produciendo electricidad y la subieran a la red de la CFE. Llegó un momento en que la CFE ya no pudo aguantar más y soltó el agua. Pesó más en el ánimo de Calderón el interés de los particulares que la seguridad y la salud de una ciudad y sus habitantes.
Pero hay otra rémora que fatiga a la CFE: la paraestatal paga un costo mayor que los privados por transportar su propia energía, y en cambio –porque así lo dispuso la ley en el gobierno de Peña Nieto– los privados pagan muy poco –o nada– por esa portabilidad de su energía.
A 43 mil millones de pesos asciende lo que no han pagado los particulares por el porteo de la electricidad que generan y suben al cableado y torres de alta tensión de la CFE so pretexto de que la producen a partir de energías renovables. No pues sí, había que alentarlos con todas las facilidades del mundo, aunque fuera a costa de todos los mexicanos.
Pero además, con la generación de electricidad a partir de la energía solar y la energía eólica, el suministro no es constante, porque no siempre hay sol ni viento. Para suplir esa energía que no producen los paneles solares durante la noche y días nublados, y las hélices cuando no hay ráfagas de viento, tiene que haber energía de respaldo, la cual se produce con gas, misma que no generan las empresas privadas sino la CFE.
Cuando falla el suministro de energía eléctrica, la gente no piensa en –ni le reclama a– Iberdrola o a IEnova, sino a la CFE.
Con otra, que no todas las inversiones hechas al amparo de la reforma energética para generar electricidad a partir de la energía solar y la energía eólica, se realizaron con capital fresco y sonante. Muchas se hicieron con financiamiento de la Banca establecida en México y otras incluso con financiamiento del gobierno federal.
Por si fuera poco, a las empresas que están metidas en ese negocio, están vinculados personajes como José Córdoba Montoya, Jesús Reyes Heroles hijo, Georgina Kessel, Carlos Ruiz Sacristán y Alfredo Elías Ayub, quien fuera durante tres sexenios director general de la Cfe. ¿Ya capiscan?
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