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Los motivos del lobo, que diga, de la BOA (4a. Parte)

  • Foto del escritor: R4T
    R4T
  • 18 jun 2020
  • 3 Min. de lectura




17 de Junio de 2020


Por Javier Herrera

Otro de los motivos por los que odian a AMLO el BOA, FRENA y sus seguidores es que, a pesar de los estragos causados por la crisis financiera y económica provocada por el coronavirus y la caída del precio del petróleo, el gobierno de la 4T no fue superado por tales acontecimientos como sí ocurrió con los gobiernos de otros países, particularmente el de Ecuador.

Distintas voces de opositaron se apresuraron a culpar de la caída del peso al Presidente López Obrador. No vieron, o no quisieron ver, que Wall Street llegó al extremo de detener sus operaciones durante varios minutos mientras se calmaba la desesperación por el desplome del valor de las acciones, aquel lunes negro del 9 de marzo de 2020.

La Bolsa Mexicana cayó a registros de 11 años atrás y nuestra moneda se devaluó frente al dólar. Había ganado más de dos pesos respecto al nivel en que lo dejó Peña Nieto. Después, conforme crecieron los daños causados por la explosiva mezcla Covid 19 – petróleo, se depreció aún más el peso frente al dólar.

¿Por qué ocurrió esto? En gran medida porque BBVA Bancomer ofreció el dólar a 21.27 ¿Con qué objetivo? Según expertos citados por Reuters, los especuladores aprovecharon la coyuntura para realizar una venta masiva de pesos para cubrir pérdidas de un número récord de contratos que apostaban a una mayor alza de la divisa mexicana.

¿Qué ha hecho el Gobierno de México? La Comisión de Cambios, integrada por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, acordó poner a la venta más dólares y ampliar a 30 mil millones de dólares el esquema de coberturas. Antes, Hacienda había adquirido un seguro que garantiza un precio de 49 dólares el barril, aunque no cubre toda la producción de Pemex, pero sí una proporción importante.

En las jornadas posteriores al lunes negro, el precio del barril mexicano de exportación aumentó 3 dólares para venderse a 27.40 dólares, después de que había llegado a 60 dólares. Ya no ha llegado a ese nivel, pero se ha recuperado en la medida en que los movimientos de la OPEP lo han permitido.

Y el tipo de cambio recuperó parte del terreno perdido, el mercado bursátil nacional se ha oxigenado, aunque no mucho, y ahí va el peso resistiendo la tormenta perfecta. Le ayudan las finanzas públicas sanas, porque no se gasta más de lo que ingresa a la Tesorería de la Federación y el Presidente Andrés Manuel López Obrador no ha endeudado al país. Fox, Calderón y Peña Nieto le heredaron una deuda pública de casi 11 billones de pesos.

Con él, por primera vez, no ha crecido; al contrario, poco, pero ha bajado. El 78% de la deuda pública se encuentra en pesos, el 100% en tasa fija y la mayor parte con vencimientos a largo plazo. Esto blinda a nuestra economía frente a movimientos de la tasa de interés y del tipo de cambio.

El Secretario de Hacienda informó el 10 de marzo que el Gobierno de la 4T contaba con recursos suficientes para proteger al peso de la turbulencia desatada por el coronavirus y la caída del precio del petróleo. Existen, además, un fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros por 158 mil millones de pesos y el de Estabilización de los Ingresos de los Estados por 90 mil millones.

El monto de las reservas internacionales del Banco de México creció en más de 10 mil millones de dólares. López Obrador informó que al llegar al gobierno las reservas eran de 173 mil millones de dólares y ahora son de 185 mil 571 millones.

Además, en caso de ser necesario, México cuenta con líneas de crédito por 61 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, y de 9 mil millones con el Tesoro estadounidense.

Por si fuera poco, le queda otra carta a la economía mexicana: la tasa de interés establecida por el Banco de México, era en marzo del 7% anual, una de las más altas del mundo y seguirá siendo un ancla para que los especuladores no retiren su dinero.

A lo anterior se agrega una liquidez que en marzo llegó a 330 mil millones de pesos en la Tesorería de la Federación y se espera recaudar 313 mil millones de pesos por el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios, el famoso IEPS.

De cualquier manera, el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, anunció que se recalcularían algunos puntos del proyecto económico de este año y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, dijo que será necesaria mucha inversión privada para levantar la economía nacional.

Desde marzo, el Presidente López Obrador declaró que de ser necesario apretarse el cinturón para enfrentar las consecuencias de la pandemia, lo haría el Gobierno y no la población. Asi que, las acusaciones de que el peso cayó por culpa del Presidente, carecen de fundamento.


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