Los motivos del lobo, que diga, de la BOA (8a. parte)
- R4T
- 25 jun 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 27 jun 2020

25 de junio de 2020
8ª Parte (Loret de Mola y su montaje de los medicamentos piratas)
Por Javier Herrera
En las montañas donde tropas estadounidenses buscaba a Bin Laden después de la caída de las Torres Gemelas, existía un viejo tanque abandonado por los soviéticos en Afganistán, tras el conflicto bélico transcurrido entre 1978 y 1992, tiempo en el que se enfrentaron las fuerzas armadas de la República Democrática de Afganistán, apoyadas entre diciembre de 1979 y febrero de 1989 por el Ejército Soviético, contra los muyahidines insurgentes, grupos guerrilleros afganos islámicos apoyados por varios países, destacadamente Estados Unidos, quienes, en el marco de la guerra fría, les proporcionaban ingentes cantidades de armas y dinero.
Junto a ese tanque habían establecido su base los corresponsales extranjeros, que desde ahí se desplazaban al frente de batalla y regresaban para descansar. Hasta ahí llegó un día Carlos Loret de Mola. Digo que hasta ahí porque de ahí no pasó los pocos días que permaneció en el lugar como corresponsal de guerra.
Se allegaba la información de los periodistas que volvían del frente y le pagaba a un excombatiente afgano para que, detrás de él, moviera y disparara el tanque. Utilizándolo como parte de su escenografía para reportar lo que sus colegas le contaban que ocurría en los combates de talibanes y soldados norteamericanos. Así engañó a Televisa y a los televidentes con la farsa de que era un osado corresponsal de guerra.
Años después de ese fraudulento stand, Loret de Mola transmitió en Primero Noticias, como gran exclusiva, una puesta en escena de Genaro García Luna, entonces director de la desaparecida Agencia Federal de Investigaciones, AFI –que dependía de la PGR–, para apantallar a la clase política y a la gente con la captura de Florence Cassez e Israel Vallarta.
El director de la farsa, que diga, de la AFI –ahora preso en Nueva York por haberse asociado con el cártel del Pacífico (Sinaloa) mientras era Secretario de Seguridad Nacional (háganme el refabrón cavor)–, los presentó como líderes de una banda de secuestradores, Los Zodiaco –nombre cortesía de García Luna– que según evidencias y el paso del tiempo, sólo existió en la mente del ahora convicto en una cárcel estadounidense.
A Loret de Mola le viene muy bien el dicho de que “árbol que crece torcido jamás su tronco endereza”, porque le siguen gustando los montajes y los infundios. Ahora dispara constantemente contra AMLO y el gobierno de la Cuarta Transformación, cual sicario al servicio del mejor postor (en este caso BOA y su brazo FRENA), desde la esquina…que diga, desde su columna de El Universal.
El 12 de febrero disparó, que diga, publicó, que el gobierno de la 4T compraba en el exterior medicinas piratas. Pero da la casualidad de que la calidad de todos los medicamentos que se están comprando en el extranjero, cuentan con la aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entonces, no pueden ser medicinas piratas.
Sí hubo mala calidad en una medicina suministrada a una niña que le causó un efecto indeseado, por lo que fue llevada por su padre a Suiza. Pero lo que Loret no dijo, es que ese fármaco no fue importado por el gobierno. Pertenecía a un lote de mala calidad fabricado por… taran tan tan, los laboratorios PISA –los mismos que odian a AMLO porque ya no les dio contratos alevosos en abasto y distribución de medicinas–, que por cierto ya fueron clausurados por ese motivo.
PISA formaba parte del monopolio farmacéutico que imponía precios y condiciones de abasto y distribución, entre ellas, que el gobierno impidiera la entrada al país de empresas farmacéuticas extranjeras, aunque fuesen muy prestigiosas.
Pero además, algunos integrantes del monopolio, una vez que obtenían la certificación para sus medicinas, producían lotes con menor calidad para exportarlas. Y como el león cree que todos son de su condición, Loret de Mola supuso –o sus patrones le vendieron la idea– que las medicinas vendidas al gobierno de la 4T en el extranjero, debían ser de lotes de mala calidad.
Como la 4T abrió el país al mercado internacional, se afectaron intereses del monopolio. Al gobierno lo que le interesa es tener las medicinas. Los afectados nada más ven el dinero, su dios es el dinero. no entienden que para el gobierno es obligación velar por el interés de la mayoría, en este caso por la salud de los mexicanos.
Pero Loret dispara su pistola, que diga, su pluma, no por el interés social, sino por odio a López Obrador y su gobierno, porque está al servicio de la derecha, de los damnificados por el actual régimen, incluido él mismo, porque ya no se aceita con dinero público y distintas prebendas el aparato periodístico.
Loret de Mola fue inflado por el anterior régimen. Pero al no existir ya ese régimen, él ya no vale lo mismo, se vino abajo, tuvo que entrarle al mercado de trabajo. Encontró acomodo en el Washington Post, pero extraña el dinero que recibía de los gobiernos priistas y panistas. De ahí su encono hacia AMLO y la 4T.
Comments