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MÉXICO NO ESTARIA PREPARADO EN LA MISMA PROPORCIÓN SIN EL GOBIERNO DE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN.

  • Foto del escritor: R4T
    R4T
  • 26 abr 2020
  • 3 Min. de lectura

México esta preparado para afrontar la crisis provocada por el COVID-19, el seguimiento que ha dado la Secretaría de Salud ha sido reconocido mundialmente a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sistema de financiamiento público para hacer frente a la crisis es suficiente, colabora en su totalidad el Sistema Nacional de Salud, las Instituciones de Seguridad Social (IMSS, ISSSTE, ISSFAM), además, se cuenta con el mejor Ejército y Marina del mundo en atención humanitaria, reconocido internacionalmente por el Plan DN-III.

No es poca cosa decir que México esta preparado para afrontar la epidemia, pero tenemos al mejor equipo de seguimiento epidemiológico que ha sentado precedente con el modelo mixto o, como ya se le conoce, Modelo Mexicano. No es casualidad, ni ocurrencia, que el Pueblo confíe en el Presidente y el Presidente confíe en su Pueblo, cuando la sociedad mexicana ha tenido la capacidad de levantarse por si sola de las peores tragedias, organizando brigadas por las mejores mujeres y hombres que no dudan en conmoverse ante el dolor de su comunidad y salen inmediatamente, sin que nadie se los pida, a dar todo sin pedir nada a cambio.



Hoy, México y el mundo enfrentan un nuevo reto ante el Coronavirus, hoy no se trata de encontrar culpables de un sistema de salud precarizado, un sector energético desmantelado y un sector productivo privatizado. Hoy debemos reconocer que el Pueblo de México tuvo la capacidad de convocar y confiar a los mejores técnicos, especialistas y cientificos en salud, seguridad, economía, ingenieria, educación, cultura y al mejor Estadista, Andrés Manuel López Obrador, el trabajo de reingeniería nacional para sacar a México adelante.

México no estaría preparado en la misma proporción sin el Gobierno de la Cuarta Transformación. Afrontar la crisis sin adquirir nueva deuda pública, sin aumentar ni generar nuevos impuestos, bajando el precio de los combustibles, aumentando el salario mínimo, recuperando el tejido social con pensiones y becas para el Bienestar, y destinar miles de millones de pesos en recursos adicionales para atender la contingencia, es producto de los ahorros que México a generado a partir de la austeridad republicana, el combate a la corrupción, al huachicol, al crimen organizado, a la efectividad de la Unidad de Inteligencia Financiera, la reactivación de la producción petrolera y las finanzas sanas, entre otras acciones. Sin saberlo, los mexicanos nos preparamos para esta crisis con un voto de confianza emitido el 1 de julio de 2018.

El Gobierno de México le apostó desde el inicio a la recuperación de la infraestructura en Salud para todas las personas. Andrés Manuel López Obrador sabía que un pueblo sin salud, ni bienestar, no puede salir adelante del resago económico en el que nos sumergio el régimen neoporfirista. Hoy se reconoce internacionalmente que la salud no debe ser parte del mercado especulatorio de la globalización capitalista.

La preocupación del Presidente de México por las y los más vulnerables es legítima, porque conoce a su pueblo y cada rincón, porque conoce la necesidad en carne propia, porque ha abrazado a los que menos tienen y a sentido en su regazo el llanto desesperado de todas sus carencias. Actuar de manera progresiva para no afectar la economía local, protegiendo por decreto a los adultos mayores, las mujeres embarazadas y enfermos crónicos (cuando ricos y burocratas sin dimensión o sensibilidad social, se esconden en sus riquezas mal habidas o sueldos asegurados por los próximos 6 meses), nos habla de su gran corazón estadista y por eso reconozco en Andrés Manuel López Obrador al mejor Presidente que hemos tenido en décadas.

El Pueblo de México saldrá unido, solidario y fortalecido, porque no es la primera crisis que enfrenta, porque ya derrumbó a su principal flagelo, la corrupción; porque sabe que su principal preocupación en este momento es la salud y su peor obstáculo, la derecha moralmente derrotada; y sobre todo porque nunca antes había tenido el respaldo total de su Gobierno. ¡Viva la solidaridad del Pueblo! ¡Viva México!

Pedro. J. Magallón Juan-Qui.

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